La Realidad y el Deseo

Mi última entrada fue el año pasado, hace ya casi 4 meses. Si entonces intenté un voluntarioso ejercicio de esperanza puesta en este año, por ahora, no puedo ser optimista. Desde el dia de Reyes, la salud de mi madre no ha hecho más que darnos sustos. Un continuo agujero negro de pruebas a superar en la que, nada más salir de un problema, nos hemos encontrado otro. Ni que decir tiene que este asunto se ha convertido en nuestra máxima prioridad, convirtiendo en secundario temas laborales, de estudios o compromisos politicos o sociales. Y este blog no podia ser una excepción. Me encantaría poder escribir que ha vuelto todo a la normalidad, pero no puedo. Escribo esto más como explicación y aviso a mis pocos pero apreciados lectores, porque no sé cuando volveré a tener un rato para estos queridos pero superfluos lujos. Espero que pronto, será señal de que hemos visto la luz al final del tunel. Hasta entonces, recibid un abrazo cariñoso.