VERANO DE OPOSICIÓN
Si mi último artículo celebraba la llegada de mis vacaciones, no tengo más remedio que empezar el que ahora escribo después de incorporarme de nuevos a mis obligaciones.
Han sido estos unos días de descanso algo atípicos, he vÍvido momentos de muy distinta naturaleza. Preparar oposiciones en pleno verano y con la mayoria de tus amigos de viaje ha supuesto una dura prueba, tanto como reprimir las ganas de meterle fuego a esos temarios escritos en un lenguaje farragoso, aburrido y en muchas ocasiones, incomprensible. Me consuela pensar que las semanas pasar rápido y todo habrá acabado en un par de meses. Espero que mi paciencia no se agote.
Definitivamente, me quedo con los buenos momentos pasados en compañia de familia y amigos, la gente que me comprende y que me recuerda que los problemas parecen más pequeños cuando los afrontas con una sonrisa. Compartir risas es un acto de complicidad, de aprecio y de cariño. Hacer reir es una acto de generosidad, reir con alguien es un reconocimiento.
Mencion especial merece un momento particularmente emotivo que vivi hace tres semanas. Fue un privilegio (mil gracias a Ester por hacerlo posible) ir a visitar a la familia de Ramón Salvia, amigo de la universidad, que nos dejó, víctima de una terrible enfermedad, hace más de cuatro años. La descarga emocional que experimenté aquella noche aún pervive en mi interior.
Espero en breve escribir un artículo referente a Ramón.
No quiero despedirme sin acordarme de Juan, mi hermano, y Susana, mi cuñaaa, que ayer mismo emprendieron juntos su nueva aventura americana. Los que ya los echamos de menos, les deseamos mucha suerte.