martes, enero 06, 2009

DE VICTIMAS Y VERDUGOS

Mientras los jinetes del apocalipsis hacen su enésimo y siempre macabro paseo por Tierra Santa, en todo el planeta corren los ríos de tinta. Las opiniones, los análisis, las reivindicaciones y los llamamientos se suceden a tal velocidad que el flujo de información es inabarcable. Encontrar una fuente lo suficientemente bien informada y que intente ser objetiva se hace dificil. Si además uno intenta tener una cierta perspectiva sin entrar en bailes de cifras, siglas, nombres y fechas, el intento puede convertirse en infructuoso. Por suerte, a veces uno tiene suerte. Como yo no soy nadie para opinar de esta tragedia (creo que es esta la palabra justa, por ser comprensible por todos los bandos), simplemente os haré dos recomendaciones por si quereis, como yo, poder reflexionar sobre el tema y establecer una cierta opinión basada en hechos, por un lado, y en principios éticos por otro.

Los hechos los encontrareis en el artículo que publica hoy "La Vanguardia", llamado "Gaza, un duro balance", escrito por Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas(IRIS) de París. Os incluyo un fragmento muy significativo que está en la web del diario, pues no podreis encontrarlo allí entero sin ser subscriptores:

"¿Qué espera Israel? Oficialmente, el final del lanzamiento de cohetes sobre su territorio desde Gaza. Este objetivo se hubiera podido haber alcanzado perfectamente levantando el bloqueo sobre Gaza, condición que Hamas ponía para el mantenimiento del alto el fuego. Tel Aviv no ha querido realizar este gesto que hubiera supuesto una victoria para Hamas. Porque, y esto nunca se ha ocultado, Israel desea la derrota o el desmantelamiento de Hamas, movimiento al que había favorecido hace unos veinte años para contrarrestar la influencia de los laicos de la OLP. Algunos observadores, incluidos los israelíes, han invocado un tercer objetivo: Israel desea restaurar su capacidad de disuasión puesta en entredicho por el semifracaso de la guerra de Líbano."

Los principios éticos, los tomaré prestados de Tzvetan Todorov, lingüista, filósofo, historiador, crítico y teórico literario que ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por representar "el espíritu de la unidad de Europa, del Este y del Oeste, y el compromiso con los ideales de libertad, igualdad, integración y justicia". Cito, desde su último libro, "El miedo a los bárbaros" (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores):

"Los paises occidentales tienen pleno derecho a protegerse de toda agresión y todo atentado a los valores sobre los que decidieron fundamentar sus regímenes democráticos. Tienen que combatir con firmeza toda amenaza terrorista y toda forma de violencia. No obstante, les interesa no dejarse arrastrar a una reaccion desproporcionada, excesiva y abusiva, porque produciría resultados contrarios a los esperados. El miedo se convierte en peligro para quienes lo sienten, y por ello no hay que permitir que desempeñe el papel dominante. Es incluso la principal justificación de comportamientos a menudo calificados de inhumanos. [...] El miedo a los bárbaros es lo que amenaza con convertirnos en bárbaros. Y el mal que haremos será mayor que el que teníamos al principio. [...] Siempre es fácil encontrar una violencia anterior que se supone que justifica nuestra actual violencia. Pero a este precio la guerra nunca concluirá."

Paz para el 2009.

jueves, enero 01, 2009

AMANECE UN NUEVO AÑO


Con la llegada de un nuevo año, sólo hace falta mirar cualquier informativo de hoy, vuelve la tentación de hacer balances y sintetizar lo ocurrido a lo largo del anterior, recién abandonado. Yo no voy a hacerlo, porque si seguís este blog, podeis haceros una idea bastante aproximada de lo que 2008 a supuesto para mí.

Otro clásico de estas fechas es hacer una lista de buenas intenciones, propósitos y deseos a cumplir en los próximos doce meses. Tampoco voy a seguir ese patrón en esta ocasión.

Simplemente me permito reflexionar sobre la actitud con la que, creo, deberia encarar el 2009.

Y utilizaré para ilustrarlo dos películas que he visto esta misma semana, tremendamente dispares entre ellas, pero que me permito conectar con un nexo de humanismo. La primera, "El Intercambio" de Clint Eastwood, continua la racha de films sobrios, austeros y sensibles que el director y actor americano ha elaborado en los ultimos años. Si tuviera que extraer lo más valioso del film, aparte de la elegantísima puesta en escena de un Eastwood que domina su estilo a la perfeccion, es el mensaje de la importancia de la tenacidad para mantener la dignidad.

La segunda la he visto esta tarde en la tele, mientras repensaba el contenido de este artículo, y ha iluminado mis vacilaciones con la ilusión de la infancia. Tv3 ha emitido hoy "Mr. Magorium y Su Tienda Mágica" -no todo pueden ser obras maestras- y reconozco que la he visto por Dustin Hoffman y sobretodo, por mi adorada Natalie Portman. Y claro, por muy simplona que sea la película, que lo es, me ha suscitado una simpatía evidente. Y su moraleja, lógica para una historia de su naturaleza, me lleva a la segunda reflexion: nuestra ilusión y nuestra capacidad para creer en nosotros mismos y en los demás, es un tesoro que debemos cuidar con mimo.

Ahora, después de esta reflexión tan inocente, me queda la triple pirueta mortal: estos días he terminado el primer volumen de "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust. La desbordante capacidad descriptiva de su lenguaje, la torrencial fuerza narrativa y rítmica de su poética prosa, y su profético desglose cual muñeca rusa del tiempo y el espacio me han dejado impresionado. Y si uno investiga mínimamente las circunstancias en las que su autor le dio vida, no deja de parecerle admirable su convicción y capacidad de análisis del ser humano.

Después de todo lo dicho, tengo necesariamente que concluir este post reuniendo las claves bajo las que deberia mirar al 2009: tenacidad, ilusión para dejarnos sorprender cada día ante las posibilidades que nos ofrece la vida y capacidad para analizar y destilar de todo ello lo que pueda ser más util para las generaciones que vendrán detrás de nosotros. Todos tenemos cosas que aprender, y cosas que enseñar.


Feliz Año a todos.