sábado, agosto 21, 2010

MIENTRAS NOS QUEDEN FUERZAS...

Hace semanas que quiero escribir esta nueva nota, que siento que me hace falta, pero no encuentro el momento ni las fuerzas... Si me conoceis personalmente o habeis leido este blog en los ultimos meses sabeis que la salud de mi madre nos da un susto de vez en cuando, y que los ultimos tres años se ha convertido en un continuo ciclo de mejoras y empeoramientos cada vez más constantes. Después de su hospitalizacion de febrero parecía ir todo bastante bien y hasta el mes de abril estuvimos mas que tranquilos, contentos por la mejoria de todo el proceso. Pero en mayo llegó otro nuevo empeoramiento que ha vuelto a ponernos a todos a prueba. Tras otro mes y medio ingresada, no hemos tenido otro remedio que llevar a mi madre a una residencia para que esté todo lo atendida que se merece. Es una de las decisiones más dolorosas y dificiles que nadie tenga que tomar jamás. La sensación de culpa, de incertidumbre y de angustia que te invade es inexplicable. Puedo decir sin paliativos que este último mes ha sido uno de los más largos de mi vida. El proceso de aceptación y adaptación a una nueva realidad es una experiencia comparable a la superación de un shock o un trauma. Los cimientos más profundos de tu orden vital tiemblan. Por suerte, la primera que ha reaccionado de una forma admirable es mi propia madre, que demuestra de nuevo una capacidad de superación que yo mismo no puedo imaginar. Así que, viendo como ella, en apenas un mes, se siente tranquila y asume su nueva etapa con animos renovados, no podemos hacer otra cosa que seguir sus pasos. Mientras ella esté bien, nosotros estaremos bien. Viviremos cada día como si fuera un regalo y intentaremos mantener alejados a los fantasmas del desánimo, el miedo y el sufrimiento, que nos acechan como los buitres esperando su cena. Que esperen, porque esta familia no se va a dejar vencer facilmente.



Besos y abrazos para todos.