MI PRIMER POEMA
Hace unos días recibí un regalo llegado del otro lado del Atlántico, cortesía de mi hermano Juan y su novia Susanna. Una genuina Moleskine, un bloc de notas de reportero de una marca que se vanagloria de haber tenido a Hemingway o Picasso entre sus clientes. Nada más lejos de mi intención insinuar posibles conexiones de mi persona con dichos genios...
Cuando la tuve en las manos sentí un gran deseo de estrenarla, pero me invadió la sensación de que no podía escribir cualquier cosa en ella; me parecía un desprecio usarla a modo de simple agenda y, como una inspiración súbita, se me ocurrió que, puesto que al periodismo no me dedico, tenía las medidas y la textura perfectas para escribir poesía en ella. Sería una ocasión inmejorable para reanudar otra de mis aficiones nunca bien trabajadas. Desde hace años, he comenzado varios poemas, sin éxito. En mi estado emocional presente (y pasado, no nos engañemos, esta soledad que a ratos me parece una condena y a ratos una bendición...) y con ganas de probar mi nuevo contenedor de garabatos y tachaduras, mi primer poema completo surgió como de un estado de trance, brotó casi inconscientemente, en cuestión de pocos minutos.
Soy perfectamente consciente de que como poema no es gran cosa, pero las circunstancias en las que ha nacido y que ya os he contado, me infunden ilusión suficiente para enseñaroslo a todos.
Espero que os guste, especialmente a mi amigo Miguel, que, mucho me temo, también se sentirá de algún modo identificado.
Aquí lo teneis:
Cuando la tuve en las manos sentí un gran deseo de estrenarla, pero me invadió la sensación de que no podía escribir cualquier cosa en ella; me parecía un desprecio usarla a modo de simple agenda y, como una inspiración súbita, se me ocurrió que, puesto que al periodismo no me dedico, tenía las medidas y la textura perfectas para escribir poesía en ella. Sería una ocasión inmejorable para reanudar otra de mis aficiones nunca bien trabajadas. Desde hace años, he comenzado varios poemas, sin éxito. En mi estado emocional presente (y pasado, no nos engañemos, esta soledad que a ratos me parece una condena y a ratos una bendición...) y con ganas de probar mi nuevo contenedor de garabatos y tachaduras, mi primer poema completo surgió como de un estado de trance, brotó casi inconscientemente, en cuestión de pocos minutos.
Soy perfectamente consciente de que como poema no es gran cosa, pero las circunstancias en las que ha nacido y que ya os he contado, me infunden ilusión suficiente para enseñaroslo a todos.
Espero que os guste, especialmente a mi amigo Miguel, que, mucho me temo, también se sentirá de algún modo identificado.
Aquí lo teneis:
QUIZÁS NO DEBERÍA
Quizás no debería
Decirte que te quiero
Confesar que te sueño
Rendirme a la evidencia
Alzar mis manos
Caer de rodillas
Suplicar el milagro
Implorar tu cariño
Quizás no debería
Pero si no lo hago
Perderé la cabeza
Maldeciré mi cobardía
Y no descansaré en paz.
Poco me importa
Si no llego a tocarte
Si no logro besarte
Porque admirar tu luz
Y sentir tu presencia
Iluminando el mundo
Es para mí el más precioso
De los placeres cotidianos.
Quizás sólo por eso
Te digo
Lo que quizás no debería.
Quizás no debería
Decirte que te quiero
Confesar que te sueño
Rendirme a la evidencia
Alzar mis manos
Caer de rodillas
Suplicar el milagro
Implorar tu cariño
Quizás no debería
Pero si no lo hago
Perderé la cabeza
Maldeciré mi cobardía
Y no descansaré en paz.
Poco me importa
Si no llego a tocarte
Si no logro besarte
Porque admirar tu luz
Y sentir tu presencia
Iluminando el mundo
Es para mí el más precioso
De los placeres cotidianos.
Quizás sólo por eso
Te digo
Lo que quizás no debería.
Dedicado a todas las mujeres que amé, amo y amaré.